Las hipótesis por el asesinato de Gustavo Santana Ortega, un terrateniente y camaronero de la zona de Naranjal, Puerto Inca y Balao, son muchas, desde lio de tierras, narcotráfico y venganza por las muertes a sueldo ordenadas supuestamente por él y su grupo de matones que lo protegían 24/7.
“Se le durmió el diablo”, “ya estaba pedido”, “quien a hierro mata a hierro muere”, son parte de los mensajes que se pueden leer en redes sociales, tras la divulgación del asesinato de Santana, ocurrido la mañana de este 30 de octubre de 2024, en la gasolinera de su propiedad en la vía a Machala.
Sin embargo, para alejarnos de las elucubraciones, el Sistema Automático de Trámite Judicial Ecuatoriano (SATJE), revela que Gustavo Santana en 1998 y 1999 ya estaba inmerso en problemas de estafas y narcotráfico.
El Satje registra en 1998, un proceso contra Santana por estafa, seguido por Eduardo Zurita Guerrero, el cual prescribió en 2008. Al año siguiente, 1999, Santana aparece inmerso en el operativo antinarcóticos Río Grande, junto a Rubén Cherrez Faggioni, implicado en el caso Encuentro, quien fue asesinado en 2023.
En 2000, Santana es sobreseído provisionalmente por el juez Reynaldo Cevallos Cercado, y Cherrez es llamado a juicio plenario, aunque posteriormente también fue sobreseído. El sobreseimiento de Santana fue ratificado en 2014 por el juez José Tamayo Arana.
Cabe destacar que los jueces, Cevallos y Tamayo, fueron apresados y destituidos años después por actos de corrupción. Tamayo por estar involucrado en la libertad de José Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, líder de la banda narcocriminal Los Choneros. En tanto, Cevallos también apareció como parte de una red de corrupción judicial descubierta en el caso “Metastasis”.
Luego, en octubre de 2000, aparece otro proceso contra Santana y otros por un delito contra la seguridad interna del Estado. En este caso, sin mucho detalle, el sistema revela que también fue sobreseído.
Al año siguiente, 2001, Santana es demandado por alimentos. Desde ese año hasta el 2013 desaparece Santana del radar de la justicia, pero en 2014, es demandado por el Banco del Austro por una deuda impaga.
Después de esto, Santana fue denunciado en la Fiscalía por múltiples ocasiones por lio de tierras y cuestiones laborales que no prosperaron.
Habitantes de Puerto Inca, Naranjal, Balao y sus alrededores, tras el asesinato de Santana, sienten un respiro. No se atreven a decirlo abiertamente, pero en su mayoría lo vinculan a grupos de delincuencia organizada y narcotráfico. “Nada se movía ni se hacía en esta zona de la provincia del Guayas si él (Santana) no lo supervisara. Si alguien se oponía a sus órdenes, era perseguido, amenazado y hasta asesinado”, revela un habitante de Naranjal.
Políticamente, Santana, por la fuerza de las armas, también era respetado. Tenía vínculos con gente de toda tendencia política. “Por eso Santana se movía como el pavo real. Nadie lo tocaba, pero ya estaba viejo y alguien anhelaba su poder. Ahora ya no está y se viene una guerra”, advirtió otro morador de la zona.
En algunas cuentas en redes sociales se lo menciona como el presunto jefe de los traficantes de tierra, el que hace el trabajo sucio, y que aparece en unas fotografías del año 2023 junto con el excandidato presidencial Fernando Villavicencio, justo antes de que fuera asesinado. Se elucubra que este podía haberse acercado a Villavicencio con otras intensiones que no eran la aportar a su campaña. El hijo de Santana también aparece en las fotografías.