Shirley Flores es una médica especializada en obstetricia, que trabajó por años en dispensarios del Ministerio de Salud, conoce al detalle las deficiencias del sistema público de salud del Ecuador.
Le consultamos sobre el trabajo de los prestadores externos, qué piensa ella de estas empresas. La profesional de la salud destacó dos detalles: el buen servicio que prestan, y el control a través de auditorías, que “debe existir sobre ellos para evitar perjuicios a las finanzas” del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y para generar mayor confianza en el sistema.
Esta última condición se cumple a través de diversas normativas que regulan la suscripción de convenios y procesos de derivaciones y pagos, entre otros.
Los interesados deben registrarse primero en el Ministerio de Salud para ser calificados y ser parte de la Red Pública Integral, tras lo cual y luego de cumplir varias decenas de requisitos, son elegibles para convertirse en prestadores. El proceso es complejo, exigente y minucioso, con el fin de garantizar que las personas naturales o jurídicas solicitantes tengan la capacidad técnica y financiera para brindar un servicio de excelencia.
Con esa base legal cumplida, el beneficio será para todos. “Nos beneficiamos todos -de los prestadores-, porque se saca la consulta más rápido, los médicos nos atienden en un lugar con mejores condiciones a los pacientes. Los afiliados estamos en un lugar más cómodo y seguro”.
Sin embargo, actualmente los prestadores están impagos desde hace casi un año, por lo que tampoco pueden cancelar las deudas a sus proveedores, quienes también están siendo afectados. Igualmente, los empleados de las empresas que prestan servicios al IESS tienen impagos algunos meses. Todo esto redunda en contra del afiliado.
Como hemos dicho anteriormente, el IESS anunció, por medio del presidente del Directorio, Eduardo Peña, su decisión de reducir en un 40 % las consultas a los prestadores, lo que significa que las pocas unidades médicas del Seguro Social deberán atender a alrededor de 280 mil pacientes adicionales cada mes.
La falta de insumos que no permite una atención óptima tampoco a los pacientes con insuficiencia renal crónica, es otro de los principales problemas que enfrenta el sistema de salud. Estos pacientes pueden corren el riesgo de morir. Eso lo confirma el Instituto del Riñón y Diálisis San Martín (INRIDI) de Guayaquil, por la falta de pago del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y del Ministerio de Salud Pública (MSP).
“Si antes atendíamos a 340 pacientes de diálisis con tres sesiones semanales, ahora solo podemos brindar el servicio a 200 enfermos del riñón, dos veces a la semana”, sostiene Luis Serrano, quien tiene 25 años brindando el servicio de hemodiálisis y diálisis externamente a los pacientes del IESS y del MSP.
Cada kit de insumos para una diálisis tiene un costo de 45 o 50 dólares en el país, los cual significa un gasto 135 a 150 dólares semanales si se realizan las tres sesiones de diálisis.
Algunos prestadores externos ya no tienen ni paracetamol y otros medicamentos básicos para entregar a los pacientes, lo que agrava la salud de éstos en esta época de frío, donde han aumentado los casos de gripe y resfrío.
Por el lado de los prestadores externos, no dializadores, es igual. La gran mayoría de prestadores son médicos también. Para ellos su centro médico es su patrimonio, “hay un compromiso ético de dar como médico atención al paciente que lo necesita, pero se necesita dinero para pagar a los empleados, proveedores, servicios de limpieza, transporte”, señala un médico.
Cada prestador firma un convenio individual con el IESS, pero no denuncian la falta de pago por miedo a represalias, ya que el Instituto cesa derivaciones, les paga a más largo plazo o termina el convenio.
Los prestadores están en todo el país y estos son los servicios que prestan:
- Medicina general
- Estomatología/Odontología
- Pediatría
- Ginecología
- Medicina interna
- Traumatología y Ortopedia
- Oftalmología
- Dermatología
- Psicología
- Urología
- Cirugía general
- Gastroenterología
- Clínica crónicos metabólicos
- Endocrinología
- Terapía física y rehabilitación
- Otorrinolaringología
- Nutrición
- Psiquiatría
- Neurología
- Salud ocupacional y riesgos de trabajo
- Neumología
- Oncología
- Diagnósticos
- Análisis
- Resonancia magnética
- Tomografía
Hay muchos prestadores que han cerrado en los últimos 6 u 8 meses por la falta de liquidez. La red da un servicio y espera ser compensado por ese servicio, y si se mantiene es por la poca liquidez que genera el negocio.
El convenio establece que el Instituto tiene 90 días para procesar el planillaje del mes que fenece y pagar a la empresa y esta se planifica, hace su presupuesto en base período. Pero con los pagos atrasados a 180 días o más, esa ganancia “se evapora” porque hay que pagar intereses por las deudas contraídas para asumir ese costo.
La semana pasada, el presidente del Consejo Directivo del IESS, reveló que la deuda con los prestadores externos alcanza los 1.300 millones de dólares y que para pagar solo cuentan en este 2024 con 500 millones de dólares.
Para el doctor William Xavier Brito Guadalupe, médico internista que labora desde hace 10 años para diferentes prestadores médicos externos del IESS, MSP y Junta de Beneficencia, entre ellos el hospital del Sur, el principal problema que tienen es la falta de insumos y medicinas, lo cual provoca muchas dificultades para los pacientes de cualquier tipo de patología, quienes ven como se precariza su salud. Esto debido a la falta de pagos del IESS a los prestadores.
Brito también es testigo de cómo la falta de pago del IESS afecta la atención médica de los pacientes, porque los prestadores ya no contratan a un médico por 8 horas sino por la mitad. «Esto hace que el número de consultas por especialidades y consulta externa se reduzca. “Nosotros no dejamos de atender como médicos, pero si reducimos el tiempo de atención», dijo Brito, de 50 años.
La agenda de citas médicas también se afecta porque los sistemas informáticos de asignación de consultas se reducen, o no se dan porque las empresas que manejan los call center dejan de dar el servicio.
«El no pago a los prestadores de servicios médicos por parte del IESS y MSP hace que el Estado caiga en una gran contradicción porque constitucionalmente es éste el que debe garantizar un servicio integral de salud a los ecuatorianos y no lo está haciendo», sostiene Brito.
La normativa que regula la actividad, permite al afiliado elegir con quién prefiere tratarse, aunque en la práctica existen trabas para ejercer ese derecho.