El exasambleísta Pablo Muentes, dirigente del Partido Social Cristiano (PSC), exasesor de la exvicealcaldesa Doménica Tabacchi y funcionario en el Municipio de Guayaquil antes de que llegara a poder Cynthia Viteri, es uno de los personajes menos queridos al interior de las filas del PSC.
Allegados al exconcejal de Guayaquil y periodista, Jorge Rodríguez, acusan a Muentes de haberlo dejado fuera de la Asamblea Nacional en la penúltima elección, luego de hacer las gestiones en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Nadie en la familia Rodríguez Gilbert lo puede ver. Lo detestan.
También lo odia Cynthia Viteri, exalcaldesa, ya que lo acusaba de haberla querido perjudicar para poner como candidata a Doménica Tabacchi. Ella sabe todo sobre él y lo ha enfrentado. Cierta vez lo arrimó a la pared del Concejo para reclamarle por lo que estaba haciendo. Sin embargo se mantiene callada.
En Daule fue uno de los causantes de las disputas entre el exalcalde Pedro Salazar con el partido, ya que este no apoyó a que se presentara como candidata la hija de “don Pedro”. Hoy, Pablo Muentes es señalado por funcionarios municipales de haber puesto gente suya en la Alcaldía de Durán y de obtener contratos a través de Julio Real.
Con Dalton Narváez tuvo serias discrepancias, también con Jipson Contreras, quien fue concejal en la alcaldía de Durán. Estos no le habrían permitido legalizar varios lotes de terreno. Con la llegada de Luis Chonillo, quien se salvó de un atentado criminal del cual no se conocen los detalles, no ha tenido oportunidad alguna de penetrar en el cabildo. De hecho, Chonillo cambió al registrador de la Propiedad.
La batalla con el Banco del Pacífico ha sido tenaz. El exdirigente del PSC le ganó una pelea legal al banco tras una sentencia de un juez que hoy, 4 de marzo, cayó preso junto con él en los allanamientos realizados en el llamado Caso Purga, derivado del Caso Metástasis, por parte de la Fiscalía General del Estado.
El 15 de julio del 2013, Muentes, codeudor de los créditos otorgados a la esposa Mónica Avelina Alvarado Bardi, presentó un reclamo al Pacífico en donde solicitó se revise la aplicación de 13 supuestos abonos efectuados en las operaciones de cartera de créditos que mantenían a esa fecha, proporcionando copias de los supuestos comprobantes, los que se detallan a continuación
Sin embargo luego de las revisiones y auditorias el banco determinó que esas supuestas notas de crédito no fueron emitidas por el Pacífico y por lo tanto “son falsas”, porque tienen un número de cuenta contable que en el año 1999 no existía y también siglas que solo se usan en créditos en coactiva, y en el año 1999 el banco no tenía jurisdicción coactiva.
No habiendo ninguno de esos valores ingresado solo existiría un pago realizado mediante cheque de Gerencia del Banco Produbanco Ecuador (First Union Nacional Bank) por $ 67.500,22 acreditando valor a la cuenta contable cartera # 29909002025300., pero del año 2002, después de la dolarización que fue cuando se creó ese código de cuenta contable para el sistema financiero.
Los supuestos 12 pagos adicionales, que indica el demandado haber realizado con dinero efectivo en el año 1999 por un valor total de $ 247.300, no corresponden a los registros contables del Banco del Pacifico en virtud de que, en el año 1999 y hasta mayo del año 2002, la cuenta contable utilizada para ingresar los valores cancelados por los clientes para aplicarse a operaciones crediticias era la No. 2990051535.
Las 12 notas de créditos fotocopiadas y notarizadas que fueron presentadas por el cliente registran la cuenta contable No. 29909002025300, la misma que recién se empezó a utilizar en julio del año 2002, fecha en la cual se produjo el cambio al Catálogo Único de Cuentas contables conforme lo ordena la resolución No. SBS-2002-0297, emitida por el Miguel Dávila Castillo, en calidad de Superintendente de Bancos y Seguros el 29 de abril del 2002.
De todas las acusaciones, Muentes se declaraba inocente. Ha dicho que sus actuaciones son legales.
