Los prestadores de salud del Ecuador dieron señales Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Están dispuestos a aceptar o discutir el pago a través de Bonos del Estado, aunque esto, en el mercado implique un descuento de mercado. Los 15 meses de atraso del seguro, no solo los tienen con un alto grado de iliquidez, también sufre toda la cadena: laboratorios, proveedores de insumos, proveedores de equipos y otros.
Ya ha cerrado el 10 % de los aproximadamente 450 prestadores que tiene el IESS, con un alto impacto en el empleo, señala el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Prestadores Externos de Salud del IESS (ANPES), César Serrano Mendoza.
La decisión del IESS de reducir en un 40 % las consultas a través de los prestadores, como la falta de liquidez de estos por la deuda que el Instituto mantiene con ellos, agrava la crisis de salud que viven los afiliados, agobiados por las condiciones poco cómodas para recibir atención en las dependencias o centros de salud propios de Seguro Social, como por la falta de medicina.
Aguantando un intenso sol y sentada sobre el muro del cerramiento del área de jardineras de la Sala de Emergencias del hospital Teodoro Maldonado Carbo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Guayaquil, encontramos la tarde de del martes 11 de junio de 2024 a Isabel de 44 años de edad.
Ella, aunque no es paciente del IESS, sufre de cerca la falta de insumos médicos para la atención de su suegro, Hermógenes Solís, de 77 años. El septuagenario la noche del domingo sufrió dos infartos al miocardio, mientras se encontraba en su casa en la ciudad de Babahoyo, provincia de Los Ríos.
“Desde que llegamos aquí, la atención de parte de los doctores y de las enfermeras no ha sido mala, pero si nos ha tocado salir a comprar esas mangueras y agujas para que le pongan sueros y una sonda”, refiere la mujer.
La queja de Isabel nos reveló que en Emergencias del hospital del IESS en el sur de la urbe porteña no tienen una sonda gástrica, una jeringa de cono ancho y una bolsa colectora. Tampoco poseen una manguera alargadera de infusión, una jeringa de uso parenteral y una aguja o palomitas. “Todo esto cuesta alrededor de 100 dólares diarios”, señaló Isabel.
Pese a las quejas, la mujer reconoce que algunos medicamentos para tratar los infartos de su suegro sí han sido proporcionados por el IESS. “Él, está malito. Lo tienen en Cuidados Intensivos y nos han dicho que nos preparemos para lo peor”, expresó.
Una situación más o igual de complicada vivió y vive Dayse Reyes, quien desde el sábado tiene a su suegro José Pincay muy delicado de salud. La mujer denunció que primero llevó a su suegro al hospital del IESS de Los Ceibos, en el norte de Guayaquil, donde sufrió y peleó para que lo atiendan en el área de Emergencias. El hombre también había sufrido un infarto.
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Dayse primero tuvo que esperar cuatro horas para poderlo ingresar. “La gente llega a Los Ceibos herida y con dolores y no había ni una camilla y ni una silla de ruedas para moverla”.
Después de eso, la mujer aseguró que el equipo médico que atendió a su suegro le aplicó 5 sueros, hasta que anoche empeoró su salud y tuvo que ser trasladado al hospital Teodoro Maldonado, dónde permanecía hasta ayer.
En el mencionado nosocomio del IESS, la familia de Dayse, al igual que Isabel, tuvo que comprar los mismos insumos.
Isabel y Dayse también coincidieron en pedir una sala de espera más amplia y cómoda. Ambas mujeres, el martes 11 de junio, sentadas, lo reiteraron, sobre el muro del cerramiento del hospital, aguantando sol y polvo, mientras esperaban noticias del estado de salud de sus suegros.
Unos pasos más adelante, encontramos a John D., un hombre de 59 años, que salía enojado de la farmacia de consulta externa del hospital ya indicado. Según él, no le habían podido entregar unas pastillas recetadas por un doctor del IESS para tratar los cálculos renales que lo matan del dolor. “Aquí existe lo básico para tratar fiebres e infecciones”, refunfuñó.
Esta situación va empeorar con las nuevas, miles, de consultas que llegan y llegarán a los dispensarios y hospitales del IESS por la decisión de reducir las consultas en los prestadores.
Serrano dijo ayer en rueda de prensa, que la prestación de los servicios médicos de la red de centros médicos privados cuesta un 25% menos comparado con los mismos servicios en las unidades médicas del IESS y que la situación sanitaria del país se agrava.
“Si hacemos un análisis de lo que ellos han desembolsado en estos 15 años y le añadimos el porcentaje de reducción, estimamos que ha existido un ahorro significativo para los afiliados y la institución”, expresó el representante de los prestadores de servicios de salud privados. Desde el 2009 ha permitido un ahorro sustancial al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de 1.750 millones de dólares desde el 2009, sostiene.
Serrano resaltó que otra ventaja de los prestadores externos es la presencia en zonas y sectores peligrosos y de difícil acceso como los Guasmos y Flor de Bastión en Guayaquil y en Solanda y Calderón en Quito.
El director ejecutivo de los prestadores lamentó que el atraso en los pagos de los servicios que prestan llegue a 15 meses, pese a la información institucional que revela que sí se está pagando, pero esos desembolsos no llegan ni al 1% de la deuda total que es de 600 millones de dólares.
“Estos pagos no solo interfieren en la liquidez de los prestadores sino también en la existencia de los casi 150.000 empleos que generan”.
Según Serrano, la prestación de servicios tiene puntos críticos como la existencia de un tarifario de servicios que no ha sido actualizado desde 2014.
Recordó que la prestación de servicios médicos por paciente en la red privada le cuesta al IESS 54,77 dólares, lo cual incluye no solo la parte técnica (médico-medicinas-insumo-exámenes de laboratorio e imágenes) sino también la infraestructura e instrumentos.
Estos costos por unidad interna, si bien en las unidades internas del IESS son menores, cabe destacar que no incluyen las partidas presupuestarias que cada dispensario del seguro social maneja para el personal administrativo, para la infraestructura, medicamentos e insumos.
Serrano criticó que el 2023 el IESS decidiera tercerizar el servicio de auditorías para los pagos, servicio que no está funcionando. Explicó que recién en junio de ese año los prestadores fueron notificados y dos meses después pudieron comenzar a cargar las facturas por cobrar en una plataforma informática. “Sin embargo, estamos prestando los servicios médicos en base a un compromiso ético que tenemos con los afiliados, pero las medicinas y los sueldos de los médicos no son gratis”.
Cuestionó que el propio IESS en su administración anterior haya revelado que tenían una recaudación de 600 millones mensuales para el fondo de salud, dinero que el pueblo ecuatoriano necesita saber dónde está, porque dicho dinero no se puede tocar para otros fines.
Por este y otros motivos, “sin la intención de ser antagonistas”, el director ejecutivo de ANPES, aseguró estar dispuesto a conversar y escuchar las propuestas para solucionar la falta de pagos a los prestadores de servicios médicos del seguro social.
Serrano agregó que, si bien el IESS quiere reducir las atenciones médicas dentales y de consulta externa en las redes privadas, los actuales miembros del Consejo Directivo de la seguridad social deben explicar cómo van a atender a esos pacientes que solo en consulta externa llegan a 6 millones en los prestadores externos, donde reciben todos los servicios, mientras que en las unidades internas no son atendidos y si los atienden son maltratados.
Serrano lamentó que el presidente del Consejo directivo del IESS, Eduardo Peña, no considere importante las atenciones odontológicas, cuando los expertos saben que la boca es la entrada de la mayoría de patologías.
Según ANPES, la falta de pagos a los 450 prestadores de servicios médicos del IESS determinó que el 10% cerrará sus puertas, lo cual significa la pérdida de 10 mil a 15 mil plazas de trabajo. Además, las atenciones se ha reducido en un 40%.
Ante este escenario, el director de ANPES, reveló que los 39 afiliados al gremio están dispuestos a cobrar parte de la deuda con bonos del Estado, pese a la penalidad que sufren estos al momento de negociarlos. “Cualquier propuesta que nos traiga la institución (IESS) estamos dispuestos a escucharla”, finalizó.
Las inversiones
Los prestadores están endeudados, y con altos niveles de inversión. Este nivel de inversión varía según el tipo de prestador. Por ejemplo, si es de un primer nivel de atención, en base a la normativa del Ministerio de Salud, un centro médico de atención ambulatoria puede tener medicina general, exámenes básicos del laboratorio, farmacia simple. Allí, la inversión puede estar cerca de los $ 80.000 o 100.000.
Pero cuando se trata de un centro médico de segundo nivel, en donde se tiene no solo consulta de medicina general, sino especialidades, centro de diagnóstico de imágenes (ecografía, rayos X, electrocardiogramas, resonadores magnéticos, farmacia, laboratorio clínico), la inversión puede estar el alrededor de un millón a un millón y medio de dólares.
Si es una inversión para hospitalización, solo el costo de un quirófano es de casi $ 150.000, sin considerar insumos hospitalarios, que varía según la cirugía.
